DSC00269Decía Don Bosco: “Tengo prometido a Dios que hasta el último aliento de mi vida es para mis pobres jóvenes”, lo cual cumplió fielmente. Sin embargo, su acción no se detuvo con su muerte física, sino que por la fuerza carismática desplegada y contagiada a sus hijos, de esa entrega al Señor para el servicio de los jóvenes, siguió y sigue actuando a través de otras personas, a favor de otros jóvenes y niños de otros tiempos como los nuestros.

A los 200 años de su nacimiento constatamos en nuestros patios, aulas y capillas la misma presencia de Don Bosco en la persona de los que hacen sus veces.

En este año santo salesiano del Bicentenario, queremos vivir la experiencia misma de Don Bosco, tanto ustedes estudiantes, sus padres y nosotros sus educadores. El lema del aguinaldo que nos anima este año es “Con Jesús, recorramos juntos la aventura del Espíritu”. Ustedes queridos jóvenes y niños tienen que ser como Don Bosco lanzados hacia todo lo positivo, alegres en el cumplimiento de sus deberes y laboriosos en el aprovechamiento de todas las oportunidades que este año les ofrece. Los padres y sus educadores tenemos que ser, también, como Don Bosco, vivir nuestra vida con ustedes acompañándolos, animándolos y exigiéndolos.

Mi deseo como su director, queridos niños y jóvenes, es que trabajemos este año motivados por este gran acontecimiento de los 201 años del nacimiento de nuestro padre, en un clima de alegría y con una esperanza de ser cada día mejores; para así cumplir con ese deseo de Don Bosco: “los quiero felices aquí y en la eternidad”.

Domingo Yanqui Camala SDB.

DIRECTOR